lunes, 9 de octubre de 2017

Richard Thaler: Premio Nobel de Economía de 2017 y fundador de la economia del comportamiento

Josafat Hernández
(Doctorante en filosofía de la ciencia y economista egresado de la UNAM)


El día de hoy (9 de octubre de 2017) el comité del Premio Nobel de economía dio una conferencia de prensa para anunciar que el premio de este año se dará al economista Richard Thaler. En la entrevista telefónica le preguntaron a Thaler "¿Cuál crees que sea tu principal aportación?" y él sin dudar dijo "volver a la economía una ciencia más humana". 

¿Pero qué significa esto? ¿Volver a la economía una ciencia más humana? Para entender la aportación de Thaler es importante el conocer el contexto histórico. Thaler durante décadas se ha dedicado a criticar a la economía dominante, mainstream, que históricamente ha estado ligada a la economía neoclásica. En esa visión particular de la economía, los agentes racionales no son representaciones de entes humanos. Son seres ficticios, perfectamente racionales y maximizadores de utilidad. Son seres sin emociones, fríos y calculadores, motivados sólo por el interés propio (egoístas) que sólo responden a incentivos. Esto es, se asume que las acciones de los agentes están motivadas únicamente por un cálculo racional de premios y castigos, beneficios y costos, sin considerar otros elementos en su toma de decisiones. Se trata de "Econs", como los llama Thaler, seres ficticios que habitan en los mundos simplificados de los modelos económicos.

Thaler con su trabajo muestra que los economistas se han equivocado al dejar fuera de sus modelos los factores "no económicos". Thaler inicialmente realizó una lista de ejemplos que usaba para molestar a los economistas que iban desde asuntos relacionados a la falta de consistencia entre lo que elige y lo que se prefiere (autocontrol), la incoherencia de la elección intertemporal (el arrepentimiento sobre lo que se elige), así como trampas de ajuste y anclaje. Al principio eran ejemplos de juguete que después de leer la "Estructura de las revoluciones científicas" de Thomas Kuhn Thaler decidió convertirlos en anomalias. Anomalias que él fue documentando y estudiando experimentalmente. La idea era que tal vez se podría impulsar una revolución científica, un cambio paradigmático en la economía. Esto podría hacerse si esas anomalías fuesen relevantes, numerosas, y que se tuviera un modelo alternativo para poder explicarlas. Durante varios años Thaler tuvo una columna en el Journal of Economic Perspectives llamada así "Anomalías". Y hoy, después de décadas de trabajo arduo y algunas tensiones académicas (sobre todo con la escuela de Chicago), se le ha dado la máxima distinción a la que todo economista aspira: el Premio Nobel.  


                                                



Fundador de la economia del comportamiento
Richard Thaler retomó la obra de los psicólogos israelís Amos Tverky y Daniel Kahneman (Premio Nobel de Economía de 2002). Particularmente retomó los aportes relacionados a heuristicas y sesgos, y el modelo de utilidad prospectiva. Ambos aportes le sirvieron para explicar algunas anomalias que el modelo neoclásico de utilidad esperada tiene problemas para explicar: el efecto dotación (endowment effect), falta de autocontrol, sentido de justicia (fairness) y encuadre (framing). 

Más tarde, esos efectos se fueron sintetizando en la teoria del sistema dual de la mente (lo que Daniel Kahneman llamó "sistema 1 y 2" de la mente en su libro Thinking fast and slow). Estos elementos psicológicos llevaron a un cambio de unidad de análisis: del homo economicus al homo sapiens, pues lo relevante a estudiar no es lo que los agentes perfectamente racionales deberían elegir para optimizar, sino la manera en cómo los agentes de carne y huesos deciden. 

Para Thaler es muy importante tomar en cuenta elementos psicológicos, cognitivos, en economia para poder entender temas relacionados al "nerviosismo de los mercados", la "confianza" o falta de ella en las instituciones, el sobreoptimismo o falta de él en los inversionistas, reacciones viscerales de trabajadores y empresarios ante decisiones del gobierno, etc. Y por ello se requiere de una visión más amplia, que tome en serio elementos de la psicología cognitiva y de sociología. Thaler ha señalado que las normas sociales son fundamentales para entender comportamientos en los agentes. No es suficiente con apelar sólo a la noción de incentivos de la psicología conductista de Skinner que todo lo reducen a premios y castigos. Las motivaciones humanas son más amplias y complejas que eso.

Economía moral y justicia
Thaler se interesó en la noción de justicia como un factor fundamental de la toma de decisiones de los agentes, pues muchas veces los agentes deciden en función de su percepción sobre si una situación es justa o injusta. Para ello estudió junto con Kahneman y otros economistas juegos del ultimatum, donde un agente A recibe un dinero y este debe proponer a un agente B una distribución de ese dinero. Si el agente B decide aceptar la distribución, los dos obtienen el dinero. Si la rechaza, los dos se quedan si nada. Lo que se encontró es que hubo situaciones donde las distribuciones tendientes a la igualdad (50-50) eran rechazadas, mientras que las distribuciones desiguales eran rechazadas (por ejemplo 80-20). En los casos en que no se aceptaron las distribuciones parece haber una reacción visceral del agente B a castigar al agente A que llevaba a los dos a quedarse sin nada, en vez de elegir su propio beneficio (cualquier número superior a cero). En estos casos parece que los valores ético-morales y los sentimientos de justicia juegan un papel en la toma de decisiones de los agentes. No sólo el interés propio de aumentar ingresos monetarios. 

En este punto Thaler parece acercarse a otro Premio Nobel de economía, Amartya Sen, quien realizó una famosa crítica a los tontos (o imbéciles) racionales que decidirían "decir la verdad", o ser "educados" (polites) sólo si estos obtienen un premio (usualmente monetario). Para Sen, al igual que Thaler, en necesario reconocer que hay normas morales que provienen de normas sociales que motivan a los agentes a realizar unas acciones en vez de otras, de tal forma que noción de compromisos es fundamental. Los dos autores (Sen y Thaler) llegaron a una conclusión muy parecida a partir de caminos muy diferentes (uno desde la teoría de la elección social, el otro desde la economía del comportamiento): volver a una visión más clásica de la economía. Como Adam Smith, tanto Sen como Thaler ven a la economía como una prolongación de la filosofía moral, una ciencia ligada a temas morales y psicológicos.

Polémica contra la escuela de Chicago
Thaler ha tenido un duro debate con la escuela de Chicago sobre cómo modelar a los agentes y las consecuencias que ello tiene para entender fenómenos financieros y para formular políticas públicas. Con respecto a las "finanzas conductuales" (Behavioral Finance), Thaler se enfocó en criticar la hipótesis de los mercados eficientes de la economía neoclásica. Esa hipótesis establece que los mercados financieros "se autorregulan", porque todos los agentes son racionales. Y si alguien quiere estafar al otro, el otro se dará cuenta y evitará la estafa. La implicación de esto es pensar que los precios de las acciones son "justos", pues si estuvieran mal, el mercado los corregiría. Thaler al asumir una visión más humana de la economía (donde los agentes tienen racionalidad acotada y sesgos cognitivos), rechaza tal visión. En los mercados financieros hay banqueros y empresas que se pueden aprovechar de la información asimétrica y de los sesgos cognitivos de los agentes para estafarlos. Por esta razón, los precios de las acciones y bonos no necesariamente son "justos", pues pueden estar vendiendo en realidad bonos-basura que pueden generar pérdidas e inestabilidades. Por lo tanto, se requiere regular los mercados financieros

George Akerloff y Robert Shiller, Premios Nobel de economía, aliados de Thaler, desarrollaron numerosos trabajos entorno a estos puntos. Su punto fue mostrar que los mercados financieros son frágiles, inestables y requieren de regulación. Esto choca con la escuela de Chicago, herederos de Milton Friedman, para quienes los economistas del comportamiento son herejes, rojos, comunistas.  










Arquitecturas de las decisiones y empujones
Richard Thaler no sólo se interesó por realizar una critica teórica a la economía. Se interesó por llevar sus ideas a la práctica. Y esto se expresó en un proyecto que desarrolló con un famoso abogado constitucionaista: Cass Sunstein. Ellos dos elaboraron una propuesta para el diseño de políticas públicas conocida como "paternalismo libertario". Es "paternalista" porque se considera que el gobierno debe de cuidar a sus ciudadanos, pues estos tienen racionalidad acotada. Según Thaler y Sunstein, los agentes pueden tomar decisiones que van en contra de su propio bienestar, así como tomar decisiones manipulados por otros agentes más "racionales" como empresas multinacionales que los pueden depredar. Pero es un paternalismo que es "debil" en el sentido de que para ellos el gobierno no debe buscar imponerle a los ciudadanos qué hacer y cómo actuar. Buscan "preservar la libertad" y ayudar a los agentes a tomar decisiones que vayan en favor de su propio bienestar. Por ello no plantean "prohibiciones", sino mantener las opciones abiertas para que cada quien pueda decidir lo que quiera. Pero si proponen una manera de influir a los agentes dando pequeños y suaves empujones a los agentes (nudges) que los lleven a tomar decisiones ya preestablecidas. Ejemplos de empujones son poner una mosca en un inodoro para evitar que los hombres ensucien los baños, poner en las cafeterías comida insana en los refrigeradores y la comida sana a la vista, usar opciones por defáult como son enrolar a ciudadanos a sistemas de pensiones o programas de donación de órganos pero dejarles abierta la posibilidad de salirse si es que eso desean. La idea de Thaler y Sunstein es que estos pequeños cambios pueden dar resultados significativos para aumentar las tasas de ahorro para el retiro, incrementar la donación de órganos, reducir la contaminación y desperdicio de recursos entre muchos otros temas más. Actualmente se debate sobre si los empujones son éticos (¿violentan la autonomía de los agentes?) y sobre si son complementarios con la educación.

Comentarios finales
Pueden hacerse muchas críticas a la economía del comportamiento, sobre todo a su individualismo metodológico implícito. Pero eso no significa que hay que tirar el agua sucia con todo y niño. Me parece que el comité Nobel de economía ha tomado una excelente decisión al reconocer los aportes de Richard Thaler. Esto es muy benéfico para impulsar un nuevo pensamiento económico. Uno que a diferencia de la economía neoclásica, no mistifique al ser humano. Que no lo reduzca a meros incentivos, como si el ser humano fuera una máquina que solo actuara basado en su interés propio, como si solo se basara en ponderar premios y castigos para tomar sus decisiones. 

Con esto la economía avanza hacia una visión más humana del agente racional. Los economistas ya no sólo deben hablar de incentivos. Requieren una visión más amplia y plural, más humana, para poder entender y transformar su realidad.

Muchas felicidades a Richard Thaler y a todos los economistas, filósofos y psicólogos que seguimos su trabajo. Esto es un gran logro para nuestra comunidad epistémica. ¡En hora buena!


Bibliografía relevante
Kahneman Daniel (2011), Thinking fast and slow, ED. Farrar straus y giroux, Nueva York, United States
Thaler Richard (2015), Misbehaving: The making of behavioral economics, ED. Norton & company, Nueva York, United States

Thaler Richard y Sunstein Cass (2009) Nudge: Improving decisions about health, wealth and happiness, ED. Penguin Books, Nueva York, United States

sábado, 7 de octubre de 2017

Marichuy y su registro como candidata independiente a elecciones de 2018

El registro de la candidatura independiente de Marichuy como parte del CNI es un avance, tanto para el propio neozapatismo, como para la incipiente democracia mexicana. Es un avance para el neozapatismo porque este ha ido de más a menos en los últimos años. La candidatura de Marichuy puede ayudarles a revertir esa tendencia. Esto les permitirá posicionar una agenda en el debate nacional, principalmente relacionado al tema indígena que hoy no aparece en los discursos de los políticos. También temas relacionados a los feminicidios, la violación de derechos humanos, depredación ambiental, pobreza y desigualdad. Y justo por esto es que veo que la candidatura independiente de Marichuy es algo bueno para la democracia: puede ayudar a elevar el nivel del debate público nacional.

Hasta ahora AMLO venia poniendo énfasis en la corrupción. En un segundo plano de su discurso entraba el tema de las políticas neoliberales, en particular la reforma energética por el tema del gasolinazo. Con el CNI en la arena pública nacional, el debate puede que se cargue un poco más hacia la izquierda, donde se obligará a los políticos a posicionarse sobre temas fundamentales. Habrá que ver cómo se van desarrollando los hechos.

Me parece lamentable que algunos morenistas piensen que la candidatura independiente del CNI-EZLN es una estrategia del PRI para supuestamente dividir el voto de izquierda. Como si el objetivo de esta candidatura independiente fuera debilitar a AMLO. Eso es un error grave basado en prejuicios y no en análisis políticos serios. Esto es así porque:

1) Marichuy va a atraer el voto de la izquierda radical abstencionista. Esos no votarían por AMLO en ningún caso.

2) Si Marichuy gana votos que en principio irían a Morena, será por errores discursivos y de estrategia de AMLO. El peje debe tener mucho cuidado en su interacción con Marichuy. Si comete errores discursivos machistas o racistas en su interacción con ella, esto va a generar un debate inútil y muy desgastante entre toda la izquierda mexicana. También AMLO tiene que dejar claro qué postura tiene ante temas fundamentales que constituyen una agenda social: feminicidios, depredación de recursos naturales, pobreza y desigualdad, etc.

3) El discurso de Marichuy hará ver a AMLO como un político moderado y tibio. Esto supondrá un reto para la derecha mexicana, pues ya no será tan fácil hacer parecer a AMLO como el "radical populista peligroso para México". Esto puede beneficiar la imagen que hay sobre AMLO entre los votantes no-radicales (la inmensa mayoría de los mexicanos). Para la gente la ultraizquierda no la representaría AMLO, sino Marichuy.

4) En México hay un enorme nivel de abstencionismo, cerca del 40% de los electores nunca vota. A esos tienen que convencer Morena y los suyos, no temer a Marichuy porque les quitará votos y, finalmente

5) La principal preocupación de AMLO y Morena debe ser el tema del fraude. Ellos ya han ganado elecciones (presidenciales en 2006, recientemente en el Estado de México), pero el PRI les aplica el fraude de manera sistemática. Ante eso deberían diseñar estrategias políticas fuertes, basadas en la movilización social que impidan el fraude. Ese es el tema central, no preocuparse porque el CNI les quitará votos.

La imagen de Marichuy es simbólicamente muy potente, una mujer indígena presentándose a las elecciones presidenciales. Es la primera vez que esto pasa en la historia de México, un país con herencias y lastres coloniales y machistas. Ella es la candidata con mayor autoridad moral para hablar de temas sociales, pues viene de abajo. Ella viene del México profundo, del México que ha resistido siglos de colonialismo-racista. Es posible que ella despierte la consciencia dormida de los mexicanos, para impulsar la autoorganización social, civil, independiente de partidos políticos, que tanto necesitamos.


miércoles, 4 de octubre de 2017

Ni con Rajoy ni con Puigdemont: Cataluña y la democratización de España

Me parece que apoyar en estos momentos a la independencia de Cataluña es apoyar al proyecto hegemónico de las élites internas de esa región. Dentro de esas élites hay gente como Jordi Pujol involucrados en escándalos de corrupción. Esas élites han pactado históricamente con las élites de Madrid para seguir explotando a la clase trabajadora. Han aplicado los recortes y ajustes neoliberales durante la crisis-estafa iniciada en 2007. Y lo que ahora me parece más contradictorio aún: Son ellos quienes en estos momentos dirigen el proceso unilateral de independencia que se está dando en ese lugar.

Creo que la posición de las CUP (Candidatura de Unidad Popular), partido que supuestamente se define como anticapitalista y antineoliberal, de cerrar filas con Puigdemont, es un error. Se parece en México al PRD aliándose a la ultraderecha del PAN en un Frente, una estrategia política que pareciera basarse en oportunismo y no en un programa político serio. El independentismo hegemonizado por Puigdemont no ayuda a la clase trabajadora catalana, ni de España ni de otros lugares del mundo a satisfacer sus intereses de clase: incremento de salarios, más derechos sociales, más democracia, avanzar hacia un post-capitalismo, etc. Esto es así porque el capitalismo neoliberal a va seguir reproduciéndose en Cataluña, con o sin independencia. Puigdemont y los suyos son partidarios del "libre mercado" y la privatización. Es lamentable que millones de trabajadores (tanto de Cataluña como de España) estén movilizándose apoyando el proyecto de sus respectivas élites, creyendo que ponen por delante sus intereses nacionales, cuando en realidad defienden los intereses de clase de sus grupos dominantes.

La postura del Partido Popular (dirigido por Mariano Rajoy, secundado ahora por el Rey Felipe VI y un gran bloque de "españolistas" dentro de los cuales hay un sector fascista desatado en las calles) tampoco es correcta. Al contrario, su torpeza política, herencia de su tradición antidemocrática franquista, sólo ha contribuido a fracturar más a la frágil unión de España. Ha alimentado aun más a los independentistas.

La tragedia es que este conflicto entre élites involucra bloques históricos, donde la gente de a pie es la que se lleva la peor parte: los palos de la policía, o de otros ciudadanos. Violencia física y simbólica. Las élites de ambos bandos (dirigidos por Rajoy y Puigdemont respectivamente) van a buscar sacar provecho político de este conflicto social mientras a los de abajo los ponen a pelear por sus "naciones", cuando sus intereses de clase debería unirlos contra los de arriba.

Me parece que ninguno de los dos bloques en pugna merece apoyo solidario. La salida a este conflicto debe ser producto del diálogo y los acuerdos. Para que esto lleve a la democratización no sólo de Cataluña, sino de toda España. Una cosa si es clara: la represión y el autoritarismo del PP ya no es capaz de resolver este conflicto. La represión y la intransigencia sólo polariza más y aviva a los separatistas. La declaración unilateral de independencia no es legítima, pues la realización del referendum del 1 de octubre fue irregular, sin garantías que permitiera la más amplia participación de la población catalana.

La única salida viable que veo es más democracia, o sea, un referendum con garantías acompañado de un debate nacional público. Es eso o una escalada del conflicto social que se resolverá a partir de la fuerza. Y a mediano plazo: que los ciudadanos de toda España castiguen en las urnas al responsable de esta crisis nacional: al PP

sábado, 30 de septiembre de 2017

Sobre el conflicto en Cataluña, el referendum y el independentismo

I.
Mañana 1 de octubre se va a realizar un referendum por la independencia de Cataluña en un contexto profundamente polarizado y enrarecido. Polarizado entre los independentistas encabezados por la generalitat y el gobierno del Partido Popular encabezado por Mariano Rajoy. Este último ha hecho todo por evitar la realización de un referendum democrático pactado entre las diferentes fuerzas. Su cerrazón y autoritarismo ha orillado a que los independentistas, encabezados por Carles Pugdemont, a medidas cada vez más unilaterales. 

Se trata de un conflicto que ha ido escalando desde la crisis económica mundial iniciada en 2007 que golpeó muy severamente a España en particular. Los ajustes neoliberales impuestos por el gobierno nacional han empobrecido a mucha gente y generado gran indignación. De la crisis económica se ha alimentado el nacionalismo catalán y las ganas de salirse de un país gobernado por una élite autoritaria y neoliberal. 

El nacionalismo independentista tiene una historia, que se remonta a inicios del siglo XX cuando aparecieron los primeros partidos independentistas catalanes (Estat Catala). Pero los independentistas nunca habían representado una fuerza política gigantesca, probablemente mayoría en esa región como ahora. El pésimo manejo político de este conflicto por parte del gobierno autoritario del PP contribuyó a crispar el ambiente político. El "ni los veo ni los oigo" generó medidas cada vez más unilaterales que fueron fortaleciendo al independentismo catalán. Y si no se maneja bien este asunto, una crisis institucional puede devenir en una crisis nacional de severas consecuencias para el Estado español (y para los catalanes también). 

Bien se pudo seguir el ejemplo del Reino Unido en el referendum sobre Escocia de 2014, donde los escoceses votaron seguir siendo parte del Reino Unido, en medio de un gran debate público y nacional. El pasado profundamente autoritario del PP, herederos de la dictadura franquista, parece considerar como algo imposible lo que en otros países es algo común: referendums y consultas al pueblo. Tristemente en México también tenemos esa tradición profundamente autoritaria en las élites que acá gobiernan.

II. 
No todo nacionalismo es progresista. Hay cierto tipo de nacionalismo que puede ayudar a movilizar a las masas para luchar por su emancipación. Pero hay otro que es funcional a la élites internas. En un libro muy conocido (sobre el conflicto de las malvinas y la crisis nacional), Alejandro Dabat y Luis Lorenzano resumen la visión marxista clásica sobre la cuestión nacional:

"(...) el análisis marxista no puede limitarse solamente a señalar el carácter progresivo de la lucha por la autodeterminación o "democracia nacional", sino que también tiene que incorporar el vínculo preciso que une la participación de los trabajadores en esta lucha con el desarrollo de sus propios objetivos de clase de naturaleza socialista (...) Los socialistas siempre han apoyado solamente las demandas nacionales justas, o sea, simplemente, aquellas que enfrentaban a las masas con sus opresores internos y externos" (Dabat y Lorenzano, 1982: 27-28)

En este contexto cabe preguntar, ¿Cuál es ese vínculo entre el independentismo catalán y los objetivos de clase de los trabajadores? ¿Lo que ahora está ocurriendo en Cataluña y España está enfrentando a las masas con su opresores internos y externos? 

Me da la impresión de que el nacionalismo catalán tal y como está ahora es hegemonizado por la clase dominante de esa región. Las élites locales de Cataluña se están enfrentándose a las élites del Estado español por asuntos principalmente económicos (los impuestos, de ahí el lema no oficial del generalitat: España nos roba). Y de ahí han convencido a los trabajadores catalanes de que la culpa de la crisis la tiene el España, cuando en realidad la crisis tiene una explicación mucho más compleja, que va desde las medidas impuestas por la Troika, hasta los casos de corrupción de empresarios y banqueros capitalistas que sólo buscan maximizar su ganancia.  

El nacionalismo catalán tristemente está enfrentando a los trabajadores catalanes con el resto de trabajadores del Estado español anteponiendo los intereses nacionales a los intereses de clase. No veo que los trabajadores catalanes se estén enfrentando a sus élites internas, más bien están cerrando filas con ellos. Un auténtico bloque histórico. Y las masas de trabajadores del resto del Estado español, pues puede que estén divididas entre quienes cierran filas con el gobierno reaccionario del PP (que exigen represión pura y dura) y quienes exigen más democracia en todo el país. 


III.
Este tema ha impactando en Podemos, quienes han tenido una postura política más prudente: realizar un referendum, pero abrir una discusión para convencer a los catalanes de no irse, para así buscar democratizar todo el Estado español. Pero en medio del choque de trenes entre el PP y los independentistas, han quedado cada vez más aislados. 

Esperemos que mañana el conflicto ya no siga escalando, y que las partes se sienten a dialogar para buscar un acuerdo. Se podría pactar un referendum con garantías, o al menos, una agenda política que busque llevar a España hacia un proceso de democratización general. De lo contrario, sólo veremos más polarización y represión.



                                          

jueves, 24 de agosto de 2017

Algunas notas sobre el método de Karl Marx

Sobre el método de Marx hay que tener en cuenta algunos puntos:

1) Cuando hablamos de “método” nos referimos a una manera de proceder, una manera de llegar a algo, mediante una serie de pasos. Sin dar “saltos argumentativos”, sin mezclar las cosas, o sea, sin cometer confusiones categoriales, distinguiendo en todo momento los diferentes niveles de abstracción para no mezclarlos. Se trata de un proceder lógico. Hegel en la ciencia de la lógica se ocupó de una “lógica substantiva” (no sólo formal), donde se va mostrando cómo un ser va “deviniendo”, cómo va transformándose de un ser en otro. De ahí que haya un orden sucesivo: afirmación, negación, afirmación de la negación. Tesis, antítesis y síntesis. Esto se hace siguiendo cierto orden de desarrollo histórico, distinguiendo entre las diferentes fases o etapas de un proceso, lo cual nos muestra cierta racionalidad. Marx, al igual que Hegel, era profundamente racionalista. Creía que el capitalismo era un modo de producción contradictorio, pero que esas mismas contradicciones explicaban su “movimiento” (no en un sentido newtoniano, sino aristotélico), su devenir. El punto de Marx es que la dinámica compleja del capitalismo no tiene nada misterioso: Es algo inteligible, explicable, comprensible por medio de categorías. El punto es saber usar la capacidad de abstracción. Abstraer para Marx es ir de lo concreto impensado a lo abstracto, simplificando una totalidad, descomponiendola en partes, detener el paso del tiempo, para analizar. Luego se "regresa" a lo concreto pensado, por medio de la integración y la síntesis, para llegar al entendimiento de la "unidad de lo diverso". 




2) Marx en su magna obra, El capital, procedió desde el punto más simple y básico para su análisis: la mercancía. Se trata del nivel “celular” del “organismo” llamado capitalismo. Después de hacer un cuidadoso análisis que puede considerarse “microsocial”, fue transitando, de lo simple a lo complejo. Es decir, pasó de entender la mercancía a entender procesos más complejos como son el intercambio, el dinero, transformación del dinero en capital, producción de plusvalor, etc. siguiendo como eje argumental su teoría del valor.

Marx intentó sacar todas las implicaciones lógicas que se sigue de la teoría del valor trabajo, evitando las confusiones categoríales y los saltos argumentativos de los economistas clásicos (e.g. Smith y Ricardo) así como sus prejuicios (creer que el capitalismo es un modo de producción natural al hombre, eterno y absoluto, al contrario, el capitalismo es históricamente contingente, transitorio, no eterno). Por eso el capital tiene un orden expositivo riguroso, lógico, ordenado, que muestra diferentes momentos argumentales: en el tomo I habla del proceso de producción, en el tomo II del proceso de circulación, en el tomo III del proceso de producción considerado en su conjunto. En cada uno de esos libros Marx fue desarrollando sus categorías, en diferentes niveles de abstracción, hasta llegar a formular “leyes”. Estas él las entendió como tendencias que gobiernan el movimiento del capitalismo, su reproducción (o metamorfosis como también le gustaba llamarla): la ley general de la acumulación capitalista, los esquemas de la reproducción ampliada del capital y la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (sus causas contrarrestantes, y sus contradicciones inherentes). De ahí que ello le permitiera entender el carácter cíclico del capitalismo, sus crisis económicas, sus formas de resolverlas, la competencia capitalista y su tendencia hacia la monopolización, la enorme generación de riqueza y la creciente desigualdad social, la tendencia del capitalismo a estar revolucionando constantemente sus modos de producción, etc.

3) La fuerza del “método” de Marx es que este es científico. Marx siempre se preocupó por ser muy serio en su trabajo de investigación, por estar discutiendo con el pensamiento económico burgués más avanzado de su tiempo (la economía política ricardiana). Pero también él estuvo enterado de los avances de otras ciencias, particularmente la biología evolutiva.

Marx buscó evitar la mera especulación filosófica. Él creía que su pensamiento debía de tener bases históricas rigurosas. Por eso fue un estudioso enciclopédico de la historia de la humanidad (aunque tiene algunos sesgos eurocéntricos propios de la época que le tocó vivir: la expansión colonial de Europa), estudió a fondo la tecnología relevante que dió lugar a la revolución industrial (las máquinas de vapor), las finanzas de su época (el patrón oro), el comercio, etc. Con datos empíricos en mano sobre hechos históricos (las luchas laborales de los obreros ingleses, la revolución industrial, las leyes de grano, etc.), y sobre fábricas, Marx hizo sus reflexiones teóricas, siempre apegado a los hechos. Marx construyó un modelo del capitalismo “en estado puro” que le permitió entender el capitalismo sin los elementos distorsionantes y contingentes que encubren el funcionamiento de ese sistema, para tratar de entender su “esencia”, una esencia históricamente acotada, que le llevó a pensar que las leyes que gobiernan el movimiento del capitalismo no son universales ni eternas ni absolutas a toda formación humana.

4) Marx en el capital realizó una investigación intelectualmente honesta. Estuvo comprometido con encontrar “la verdad”. Por eso en El capital buscó evitar las condenas morales al capitalismo, para evitar ser encasillado como moralino, o como ideológico (en su sentido más peyorativo, de “falsa consciencia”), aunque el recurso retórico de la ironía, el sarcasmo y la sátira son muy propias de él. Son sus formas de exteriorizar su indignación. Ello no significa que Marx haya adoptado una posición positivista, de distinguir nítidamente entre "juicios de hecho" y "juicios de valor". Marx no creía en la neutralidad valorativa de la ciencia, pues esta sirve intereses de clase. Pero evitó en todo momento actuar de manera irresponsable, cínica, sustituyendo el estudio riguroso de hechos por meros discursos ideológicos que hoy día los posmodernos llamarían "post-verdad". 

Marx estaba motivado por razones éticas muy fuertes, como todo revolucionario de su época. Pero él se cuido mucho de no hacer meras apologías panfletarias del socialismo en su obra científica, o de hacer una critica ideologista del capitalismo. Por eso trató de hacer una investigación seria que generara un conocimiento objetivo sobre el capitalismo para poder orientar la acción revolucionaria de la clase trabajadora. Por eso para Marx era fundamental llegar a la verdad. "Decir la verdad es revolucionario" dijeron sus compañeros y discípulos.

Y justo este compromiso con la verdad llevó a Marx a evitar posiciones maniqueas de ver el conflicto social de su tiempo como algo dado entre personas “buenas" y "malas”. Lo que Marx vio en su tiempo era una sociedad cada vez más polarizada en dos clases sociales: capitalistas y trabajadores. Esas clases, según Marx quien en esto sigue a Adam Smith y a David Ricardo, tienen intereses materiales contrapuestos. Ello se expresa en los salarios: los capitalistas quieren reducir todo el tiempo los "costos laborales" para con ello acrecentar sus ganancias. Los trabajadores, en cambio, quieren aumentar sus salarios para tener una vida digna. El salario, en todo caso, es producto de la correlación de fuerzas entre capitalistas y trabajadores. 

5) Finalmente, me parece que Marx tuvo una noción pragmática de verdad: el principal criterio para saber si algo es verdadero o no es la práctica. Es en la práctica donde uno tiene que demostrar “la terrenalidad del pensamiento”, no a nivel teórico por medio de nociones de verdad correspondentistas o coherentistas. Eso a él le parecían problemas escolásticos. La teoría, para Marx, es una guía para la acción. Si la acción ha logrado sus resultados, entonces podemos pensar que la teoría que se usó para guiar dicha acción es sólida. Si los resultados son el fracaso, entonces tenemos elementos para cuestionar la teoría que se usó para transformarla. El punto es que son las implicaciones prácticas de la teoría las que motivan su crítica.

En suma, creo que en Marx encontramos un método científico riguroso, sistemático, coherente, no simplista ni maniqueo, que busca llegar al entendimiento del capitalismo de una forma objetiva, donde la crítica al capitalismo no es moralina, aunque tiene elementos morales implícitos. De ahí que autores como el gran historiador británico E. P. Thompson defendieran la idea de un “marxismo humanista” (a diferencia de Althusser quien pensaba que el humanismo era burgués) donde la crítica al capitalismo tiene como principal objetivo poner al ser humano en el centro de la organización social y no al dinero, para que pueda haber una sociedad más libre y democrática, libre de la explotación del hombre por el hombre y que no devaste al medio ambiente.